El aviso ( Capitulo 2)

_ Cuando colgó el teléfono sentía que todos los colores le ilumninaban el rostro y un calor distinto a todo lo que había sentido le recorría el pecho, lo que provocó que su perfume se expandiera por todo el comedor vacío, Eliana se sentó en el sofá contemplando cada rincón de la habitación y en la mente solo retenía el horario de la cita con aquel desconocido y se animaba y arrojaba la sonrisa, de un salto se fue al dormitorio y en pocos minutos se contemplaba desnuda, se miraba de perfil acariciando sus senos ansiosos, su vientre....de a poco recorría con sus manos las piernas que aún mantenían firmeza, se acercó aun más al espejo y se miraba ensayando caras sensuales, la forma en que le hablaria, expresiones, sonrisas, pero al mirarse a los ojos todo se vuelve oscuro y retrocede...¡Por Dios!...¿Qué estoy haciendo?....debería darme verguenza, yo a mi edad persiguiendo chiquillos. Y se gritaba sola a la cara, sintiendo asco y sudando verguenza y frustración, se sentó la cama y se tapó los ojos...en ese instante aparecían en su memoria los momentos vivídos en España como religiosa, cuando Manuel la dejó, se llevó parte de su mundo con él, era su novio de toda la vida, al único que aceptaba mamá Luz.....¡Fueron tantos años de mi vida!....¡Tantos!, repetía temblorosa echándose allorar en el suelo, con las piernas recogidas como chiquilla de 6 años al perder su juguete favorito....quedó ahí....inmóvil, como un objeto más de un espacio sin luz.....sumergida en la nada, solo en la soledad infinita de sus recuerdos desabridos.

¡Deberías teñirte el pelo!, le dice Sofía sorbeteando el té....ese color te hace ver paliducha - ¡Si! le respondió Eliana....¿me acompañas a la farmacia?, quiero ver la carta de colores - Mejor pues!, asi yo misma te aplico la tintura y te ahorras los pesos de la peluquería....y así partieron apuradas.