domingo, enero 28, 2007

Tiene cambio de a diez??


Estaba apurada, eran más de las once de la noche y el frio me mataba la piel...no sé por que me habia quedado hasta tan tarde a estudiar...salía a las diez y media, pero entre pagar fotocopias, arreglar y dividir trabajos, ir al baño y fumarse un pucho se me había echo tarde.


Caminé apurada por avenida Salvador cruzando los dedos para ver si me paraba alguna micro, reviso mi monedero y estaba cero pesos...absolutamente vacío...claro, dos cafés, unas galletas y 20 fotocopias se habían llevado todas mis monedas...lo único que tenía en mi billetera era un billetito azul de diez lukitas y con eso no me iban a dejar subir a ningúna de las escazas micros, asique lo primero que hice fue mirar por si había algún negocio abierto y comprar algo para cambiar....pero nada, no había ni una mísera luz encendida.


Decepcionada caminé por providencia, sabía que llegaría tarde a casa, que debía preparar las cosas para el trabajo y además estudiar para administración curricular...traté de abrigarme con la bufanda, cuando de pronto ante mi ví un letrero luminoso y se llenó mi cara de alegria...al fin podía cambiar el billete e irme a casa...apuré el paso y de pronto se escuchaba música y recién en ese instante me dí cuenta que era un club nocturno....me paré afuera y un gordo me miraba raro

y me dijo ¿espera a alguien?...miré el reloj..eran las once y veinte de la noche, era entrar a cambiar o morir en el intento, asique mire al hombre y le dije... tiene bebidas?...y se puso a reir, me dijo: entre y pregunte...yo apreté el estómago y entre...y él mundo era distinto...unos senos llenos de silicona acaparaban las miradas de un grupo de hombres que entré humo de cigarrillo no dejaban de mirar cada borde de la rubia...y yo en vez de ir por cambio me quedé contemplando la situación, no me dí cuenta cuado tenía a mi lado a un tipo con una corbata increíblemente fina y me ofrecía un trago...los ojos le brillaban y a pesar del alcohol que lo consumia se mostraba como un personaje de lo más encantador, entre el si y el no del vaso ofrecido conversamos un rato de lo típico y asi paso el tiempo y ya ni me importaba la micro...me las dí de sicóloga y traté de entender los dramas ocultos del simpático trigueño,lo aconsejé con todas esas cosas que alguna vez oí decir a mi madre cuando mi hermano pasaba por similares situaciones y lo hice reir con chistes fomes....después de 3 vasos de no se que...de una conversación eterna y de sinceramientos y consejos y hasta por ahi alguna lagrimita nos hicimos amigos....me dió su teléfono y lo guardé...salí de ahi con el mismo billete, me despedí del gordo y tomé el primer taxi que vi.....para que les digo...al otro día con sueño, con menos plata y con un amigo más.

jueves, enero 25, 2007

Dos palabras.


Hoy no quiero saber de nada y ojalá pudiera darle una de esas pastillas para dormir a la memoria...¿por qué si somos seres que poseemos inteligencia siempre nos acordamos de las peores cosas cuando estamos tristes?... y son recuerdos uno tras otro, son palabras de esas que te marcan y aparecen cada mañana al mirarte al espejo.


Aún no entiendo bien el porque nunca me haz dicho que me amas, quizás es por que nostras somos de Venus y ustedes de a la vuelta de la esquina...y mientras me derrito en tus brazos y clavo mis ojos en ti.... tu boca se vuelve aire y se aleja y junto con ella mis emociones.


Hoy no quiero saber de nada, menos pensar en lo que sueño....son tan solo dos palabras...es mucho pedir?...o acaso Murphy y su ley indeseada me juega uno de esos jueguitos en que solo él lo dif¡sfruta...


No es un cuento


No es un poema ni poesía


No es nada


Por que simplemente hoy no quiero saber de nada.

domingo, enero 21, 2007

Número Equivocado.


Su vida siempre había sido controlada, se casó a los diecinueve con un pololeo de 1 semana previa, en la mente solo planes detener una familia feliz y unida. Para Sofía nada era fácil, vivió los costos de una escaza educación, de pobreza, de sueños frustrados desde la muerte de su madre cuando ella apenas tenía 4 años. A pesar de aquello ella miraba con optimismo y así fue formando su familia, cinco hijos y un esposo monosilábico pero bondadoso fueron los resultados.


Entre camisas, uniformes, ollas y escobas pasó su vida, encerrada en la más absoluta rutina, Sofía nunca había tenido contacto con nadie más aparte de su grupo familiar, nunca supo lo que era un beso a escondidas, una cita o una carta de amor, solo creció para ser esposa y asumía con resignación ese papel, quien iba a pensar que a sus 53 años le cambiaría la vida.


Aló?...con quien desea usted hablar?_ Busco a don Hernán....Hernán Villanueva_ ...mmm...no acá no hay ningún Hernán, marcó mal_ Uy señora! mil disculpas_ No se preocupe...adiós!.


Aló?.....Uy!, nuevamente marcó mal_ disculpeme, pero este no es el 779 72 70_ No señor, este es el 779 72 07_ Disculpe nuevamente, muchas gracias y aprovecho para decirle que tiene una hermosa voz. En ese momento el rostro de Sofía cambio y sintió un ardor en sus mejillas y una sonrisa se dibujó en sus labios, no atinó a decir nada, simplemente gracias y cortó.


Con la mente en algún sitio picaba la verdura con maestría y la voz de ese señor misterioso resonaba en sus oídos...la olla hume ante la volvía a conectar a su realidad y apurada armaba un arco iris de comida para cuando llegaran sus hijos.


Todos comían en silencio, el marido con la excusa de tener un día pesado solo miraba la televisión, nadie agradecía por sus esfuerzos, todos parecían controlados a comer, ver alguna cosa para reír, ir al baño y dormir...no habían palabras, no habían preguntas, no habían caricias en la habitación, solo dos cuerpos apartados, sin roce alguno, sin murmullos, solo el silencio de una larga noche.


Y mi pan?, sabes que me gusta solo con queso, sin mantequilla_ Pero?_....no....déjalo así, en tantos años de casada olvidó como hacer el sandwich de su esposo, se atrasó con el café y volteó sin querer una taza. Sofía sentía que su cuerpo no daba más, tenía la necesidad de salir por aquella puerta y no volver jamás, pensó en algún segundo en el bolso azul viejo y en echar las cuatro pilchas decentes que tenia y huir para siempre, apretaba sus puños y le brillaban los ojos, apretaba los dientes y el corazón se agitaba cada vez más, tenía tanta rabia en su interior por como había sido conducida su vida que las lágrimas las derramaba por dentro y las sentía en su pecho.


Miraba la espuma de la esponja y fregaba bien la loza y pensaba en todo, desde cuando era pequeña y vio a su madre en el ataúd, pero aquel momento se vio interrumpido por la campanilla aguda del teléfono....Aló?_ Disculpe se encuentra don Hernán?_ solo bastó esto para que sofía abriera los ojos como lechuza y con voz temblorosa dijo: Ay!, es usted...nuevamente volvió a marcar mal_ No señora...disculpe, solo es que quería sentir su voz nuevamente, parece que la conociera....se me hace tan familiar_ No...disculpeme, creo que usted me confunde_ Bueno...pero usted cómo se llama?_ Sofía vaciló por unos instantes y apurada le contestó: Me llamo Karen, pero déjeme decirle que soy una mujer casada_ No se preocupe, disculpe por molestar, no quise asustarla, solo que me encanta su voz_ y Sofía dio las gracias y cortó, pero esta vez se quedó al lado del teléfono, esperando a que este desconocido volviera a marcar...como no escuchó ningún llamado volvió a sus que haceres....de pronto, mientras revolvía la olla y a la vez un montón de pensamientos detenidos en su memoria se acercó con seguridad al teléfono, apretó el botón del visor, vio el número de las llamadas recibidas y con las manos ligeras marcó rápido para no pensar si lo que estaba a punto de suceder era bueno o malo. Una voz masculina contestó....era él y solo dijo: Hola, soy Karen!, desde entonces le cambió la vida.

Todas las mañanas, después que su esposo iba a trabajar recibía un llamado, al medio día, en las tardes y antes de que el marido llegara, a veces se atrasaba con sus cosas por que hablaban hasta por una hora en cada llamada, pero era una hora de viajes a mundos desconocidos por ella, de risas, de caricias amables, de sueños.


Pero Sofía se equivocó en un pequeño detalle, mintió sobre su verdadero nombre, sobre su verdadera familia, no quería que supieran su realidad de clase social media baja, frente a él Dueño de una cadena de frigoríficos....se sentía avergonzada de no tener mayores estudios, entonces su historia la cambió por esos sueños que siempre deseó.


Tres meses después, luego de cientos de horas telefónicas, desiden conocerse...ella compró una blusa fina y una falda a tono, sacó de algún estuche maquillaje e inauguró sus labios con palo rosa y lo esperó en alguna calle de la ciudad, no hacía falta decirse nada, se encontraron y sabían que ambos se pertenecían, que frente a ellos estaba todo lo que siempre imaginaron y se sintieron felices.


8 años buscó excusas para ausentarse del hogar, 8 años descubriendo toda una vida que le había sido negada, en 8 años no se borró su sonrisa y sus ojos de aceituna iluminaban con fuerza, se sentía dichosa, amada, protegida y comprendida, ya no importaba si no hablaban en la mesa con su familia, mejor aún, ella interiormente no quería que nadie emitiera palabra alguna, que importaba si su esposo se volteaba sin decir buenas noches, ya nada...nada importaba.


Era lunes y apurada dejaba el almuerzo listo, se hizo brushing en su cabello y el corazón saltaba, hoy pasearían por Valparaiso, uno de los sueños de niñez. Cuando se disponía a poner en sus labios el tono rosa escuchó el teléfono y salto de alegría y en un suspiro contestó fuerte: Aló?....disculpe, hablo con la señora Karen?_ quién es usted?_ Le habla don Hernán Villanueva...señora Karen le llamo para darle noticias no muy buenas_ Qué sucedió??....por favor digame Que pasó??_ Don David.......Don David..._ Qué pasa con don David??_ Él falleció esta mañana. Al escuchar esto Sofía cae de rodillas y su corazón se aprieta y siente que agua fría corre por su espalda, con voz moribunda pregunta el cómo fue y mientras el señor daba todas las explicaciones ella cerraba los ojos y apretaba sus piernas contra su vientre y le dolía el alma y faltaban lágrimas....cortó el teléfono y la tarde se hizo fría y oscura, estuvo por horas en la misma posición, inmóvil, eran tantos los recuerdos que invadían su mente, tantas horas compartidas, ideas y fantasias...todo se había ido, ya no quedaba nada. Limpió su cara y se paró lentamente casi desmayándo, se puso el delantal y terminó de preparar lo que había. Ese día comieron y ella no podía tragar nada, su esposo la miró y le dijo: estás rara!...ella sujetando las lágrimas y moviendo la cabeza le dijo que no....él la miró nuevamente y le dijo: Te queda bien ese color, podrías usarlo más seguido....Sofía lo miró y sólo pudo decir: Alguien quiere más?.


jueves, enero 18, 2007

Trece Minutos







No...Ese día no estaba nublado, la micro increíblemente paso diez minutos antes y el chofer amablemente decía :"Buenos días"...me pareció que algo en el ambiente daba vueltas, el de traje azul esta vez no subió arrugando la frente, la pelirroja lució sus ojos sin maquillaje y el grupo de escolares subió en silencio...si, definitivamente creí estar dentro de alguna divagación de mi mente.Siempre camino como buscando algo, pero es solo para esconder mi mirada en algún punto donde nadie la pueda tocar, las voces, las conversaciones me parecen tan cercanas que ya puedo saber en lo que concluirán, de cierto modo todo es tan novedoso y a la vez ya es tan conocido, que pronto me dan ganas de cambiar la página y comenzar de nuevo mi vida.Me pregunto por que la escuela aún utiliza la campana, eso ya es prehistórico, aunque al escucharla me viene ese sabor a nostalgia y a calugones de manzana de la señora Hortensia, que siempre tenía los dulces más caros por estar dentro del colegio cuando estudiaba...y después de todo eso comienza la rutina, la cual la he adaptado para sentirme mejor.Y qué es eso??...le pregunté al Antonio Basaure cuando recién conocí la doble función del Internet, ya no solo era para trabajar, sino también para matar la ociosidad...ˇDale...mètete ahí pa`que converses con más gente!...con manos hábiles me creó una ficha en un sitio chileno de la web...-



nick? Qué cosa?, dime que nick quieres (me explicó? por un rato que era un nick)...ahhh!!, a ver..mmm.. Que te parece Artemisa?, me gusta esa diosa, además salía su nombre en una teleserie re vieja...Bueno, veamos si está disponible...después de otro show con sus dedos en el teclado, sonrió y me dijo "Ya está", ahora puedes dejar saludos y ahí te van a responder, yo te escribo altiro para dejar mi huella...aja jajá... me dio mucha risa, que iba a hacer yo ahí??, yo no era para eso.Y pensar que ya han pasado 5 años y aún recibo los saludos amables desde Alemania, España, Londres, Hawai y por supuesto Chile...recuerdo cuando por primera vez la Gina me dejó? tremendo saludo y desde entonces nunca más nos dejamos de comunicar, yo creo que eso de la distancia afecta desde el modo en que se mire, La Gina ha sido como de estos ángeles que se te aparecen cuando más los necesitas y que tan solo con leer sus consejos puedes calmar el éxtasis de tu corazón.Oye!!....a ver, a ver...eso es tuyo??...si pos tía, este es mi foto Log, la Claudita me dejó impresionada y pude solo pensar en dos cosas, primero que estaba demasiado retrasada en información y segundo que definitivamente Internet no era para mi.



Y cómo lo hiciste??...y el bla bla de la Claudita no paró, ella habla tan rápido que a veces me cuesta entender sus ideas, pero hice el esfuerzo y pude captar lo central, no pasó ni una semana cuando en colores azules apareció Vicky_blue, mi nick en el foto Log...ya esto si que era demasiado.Si, fue Don Lorenzo, que en ese tiempo usaba un nick algo como "urbanikola" quien me creó el Log, algo tan simple para algunos y tan complejo para mi. Mi primera foto creo que la subí en Abril y ahí estuvo por largo tiempo más abandonada que mi propia alma.Cómo haces para que tanta gente te visite??...pero tía!! tiene que ir usted también a visitar otros fotologs, deje su saludo y quizás le devuelven la visita, pero...usted no tiene amigos con foto Log?...jajaja...no pues Claudia, no tengo casi nada de amigos, solo colegas que no se dedican a estas cosas. Para mi eso de visitar otros fotologs era medio macabro, era como entrar a una casa sin pedir permiso, a una casa de cualquier desconocido (lo cual siempre me fue prohibido), inmediatamente me negué a la idea, además...para qué buscar saludos??, yo no quería buscar a nadie, solo quería guardar mis fotos.Si...estoy segura de que ese día no estaba nublado, que todo en el aire indicaba algo, que mi sonrisa si escondía una cuota de deseos y sueños.



Y tú también tienes foto Log??...si, si tengo, si quieres puedes visitarme....mmm....a ver..¡Dámelo!, inmediatamente lo ingresé al buscador y me encontré con una página toda de blanco, era primero de noviembre y en la parte de la fotografía habían unas calabazas y brujas...este Claudio!!, ya estaba sacando un tema complicado, de esos e que todos los que opinan creen tener la razón, dejé mi saludo y la curiosidad me obliga a leer lo que había más arriba...¡¡"Pero quien es este"!!...uf!!, ya alguien mencionando algo referente al marketing...ya decía yo...todos creen tener la razón en temas comunes.y así mis visitas iban y venían, además de visitar a otros amigos que en ese tiempo les di mi orgullosa dirección en Internet.aún recuerdo la fotografía del Claudio, había gente, mucha gente y un gran lienzo que decía algo en contra a la homosexualidad...nuevamente un tema complejo para opinar, pensé mucho en lo que iba a decir en forma escrita, pensé cada palabra, no quería que hubiera algún error, sabía que luego no iba a poder borrar, así que escribí por un par de minutos, luego de apretar el botón "post", me salí a ver si el día había cambiado o seguía con la intensa energía de la mañana.



Si...definitivamente trabajar como profesora en una escuela en plena Villa Francia cansa mucho más que en otro tipo de establecimiento, parece que los niños tuvieran camionadas de energía en el cuerpo.Y de vuelta en micro, aunque podía sentir la tibieza de la tarde en mi rostro, ya no era lo mismo, mi caminar directo a casa...nada había ocurrido, llegué a imaginar que unos ojos se perdían en los míos y que por primera vez no temía a seguir su mirada, pero nada...ya el día había pasado, con los mismos campanazos, con los mismos minutos, en la misma fila, con los mismos temas...todo lo mismo, la misma micro, el mismo gesto, el mismo doblar de boletos formando un cilindro perfecto para luego guardarlo en la cartera....parece que me estoy conformando, la vida es así no más.Ya!...a ver...habrá algo nuevo aquí??...y todo el azul de la pantalla estaba reflejado en mi...mmm...ningún movimiento, bueno, pero veamos como va el polémico tema de mi amigo, en un segundo llegué a su fondo blanco y aún estaba ahí mi párrafo y más abajo otro comentario..."Oe...bn tema...opinaré más rato"...¡Pero como!, como tan superficial!!...era el mismo, el del marketing, definitivamente tendría que ir, tendría que entrar sin permiso, necesitaba saber quien era.Sin decir hola, me deje caer como cualquier intrusa, me sentía como espiando a alguien importante, me hacía sentir mala, aunque reconozco que la idea de sentirme mala me atraía completamente.



Ahí estaba él...fondo blanco..Acaso todos tienen fondo blanco? y en la imagen principal él con dos autos en exhibición y terminé de concluir mi propia idea sobre este señor fantasma, era un superficial de primera, un superficial que me alborotaba los pensamientos, que ya no podía sacarlo de mi cabeza.No recuerdo lo que escribí, sentí temor al hacerlo, creo que hasta dije una broma fome, después de apretar el "post", me quedó una extraña sensación, me sentí tonta, muy tonta.Seguí en lo mío, en mi rutina, en el viaje en micro, en las veredas sucias, en la música callejera.Debía hacer algo para cambiar un poco, sabía que no me arriesgaría a hacerlo en la cotidiana realidad, así que decidí buscar mis mejores fotografías y dedicarlas a los amigos que me regalaban un minuto de su tiempo y visitaban mi espacio azul.Entré al PC e inmediatamente la vista se me fue ahí...si!!, era él devolviéndome la visita, sonreí y trataba de leer, quería leer todo inmediatamente, no quería que se me escapara ni una sola palabra...recuerdo que decía algo como "gracias por la visita, no es un gran Log, pero me saca más allá de mis cuatro paredes"....


No puede ser....yo me siento igual, que ganas tenía de gritar "Mírame...aquí estoy...también en mis cuatro paredes", lo otro que dijo es que había leído todas mis historias, eso también me encanto, se interesó en leer sobre mi, ya no era tan superficial, era cálido y podía sentir hasta su voz, una voz que nunca escuché, pero la imaginaba a cada instante, la sentía en mis oídos y dentro mío un cosquilleo de quinceañera ilusionada.No dude en ningún momento en buscar algo para él y dedicárselo, dedicarle palabras, dedicarle mi tiempo, invitarlo a quedarse por un rato en mi rincón azul

Cada mañana era distinta, el paseo visual por cada una de las letras que escribía le emocionaba, miraba mil veces el reloj para ver si ya era tiempo de echar un vistazo nuevamente, si él ya la había visitado, cosas tan simples la hacían feliz, pero llegó un día en que todo cambio, por fin había un mensaje, pero un mensaje con una dirección...era su correo electrónico, eso cambiaba mucho las cosas, por que al fin iba a poder tener respuestas inmediatas, una conversación para ver si realmente era cierto, si realmente era lo que esperaba...Me impresionó la rapidez con que lo agregué a mis contactos....solo esperaba a que apareciera una ventanita que indicara "inició sesión"...fue una noche...si fue de noche cuando al fin apareció y los labios me temblaban como si me viera, como si hubiera descubierto tantas cosas de mi...hablamos tantas cosas y una invitación a conocerlo a través de una cámara...si....no existe duda alguna....lo amé desde el primer instante...Cómo una persona puede amar tan rápidamente?...simple...cuando miras a los ojos y te sientes reflejado, cuando logras ver un brillo distinto a cualquier otro, cuando la mirada te penetra la piel, cuando simplemente no dejas de pensar en esa persona....desde entonces a diario se encontraban ocultándose en una pantalla y confiándose secretos que los hacían tan cercanos.....Así pasaban las tardes y las noches, intercambiando sueños a través de una pantalla, lo que más tarde agregó una nueva forma de permanecer juntos...a través de los famosos mensajes por su celular...Un domingo se me ocurrió la loca idea de cobrar un helado de yogurt vía mensaje telefónico...él respondió "Estaba lleno, así que debes acompañarme tú"...el nudo en el estómago me vino de inmediato, sabía que moría de estar junto a él, pero conocer gente me daba terror, es que es tan distinta la persona cuando la enfrentas personalmente, además mi vida no era del todo entretenida...en cambio él y su mundo lleno de luces y música, lleno de alegría y vitalidad, lleno de colores y yo sumergida en un blanco y negro de película antigua....definitivamente me daba terror.Ese miércoles estaba nublado...por qué todas las cosas me pasan cuando el día está nublado?...bueno, la jornada de trabajo fue eterna y luego a las famosas clases de la tarde...en la mente me bombardeaban mil y una ideas, una mezcla de sentimientos de amor y temor me hicieron tomar la decisión más imbécil del mundo...alejarme sin haberlo visto aún, así que de carrera me fui al PC que la Daniela tenía reservado para mi, le escribí "Me desaparezco" , mientras los ojos se llenaban de lágrimas...pero yo no estaba acostumbrada a esto, era algo muy profundo, ese sentimiento que te hace temblar....diez minutos más tarde él me preguntaba el porqué de mi mensaje...y yo no podía seguir ahí, solo le respondí...te llamo más tarde...Mi camino al colectivo y luego al metro fue muy reflexivo....cómo se me había ocurrido decir "Te llamo", si nunca había escuchado su voz antes...todo era mensaje, todo era solamente palabras que ambos leíamos...no sé como subí las escalinatas de la biblioteca Nacional, abrí la mampara y todo estaba en silencio...no había gente para distraerme con historias ajenas, sólo tenía la propia, la mía, la que definiría como lo hace la Allende "De amor y de sombras"...me senté en la escalera del ala izquierda, tomé el celular con firmeza y apreté el send....escuché su voz y el la mía...increíblemente ya lo sabía, ya la había oído en algún lugar, si cerraba los ojos en ese momento podía sentirlo junto a mi rozando mi piel...fueron trece minutos...trece minutos que cambiaron mi mundo...
Después de hablar los trece segundos exactos, me despedí con esa sensación de plenitud, en donde las ideas te afloran y la sonrisa se te dibuja sola en el rostro...mis pasos se escuchaban presurosos en el brillante piso del lugar...miré a través del pasillo de cristal y todo era tan diferente, aún sentía el ruborizado el rostro y quería grabar en mi cada una de las cosas que me dijo... Disculpe...quién actúa hoy?, el señor de cabeza gris me dijo Isabel Fontaine y Marta Shnnetler, hay una muestra de lo mejor de Motzar, piano a cuatro manos que no se puede perder...pase a tomar ubicación pronto que ya apagarán las luces...yo entré rápido, pero me quedé atrás, donde siempre, en el gran pilar derecho ocultándome...apagan las luces y comienzan los aplausos, entran a escena las dos mujeres elegantes, se sientan frente al piano, todo estaba en silencio y de pronto la musiquita de mi celular interrumpe, un nuevo mensaje había llegado. No me importaron las miradas de furia, yo sonreí como nunca lo había hecho, me daba gusto sentir maripositas revoloteando en mi....es que era una sensación desconocida...algo que me gustaba demasiado. Y así mensaje tras mensaje nos pusimos de acuerdo en encontrarnos, hablamos mucho y realmente las coincidencias eran sorprendentes...nos gustaba la misma fruta, nuestra habitación era del mismo color...cosas simples, cosas complejas....parecía entenderlo muy bien, me parecía haberlo visto antes, en una de mis historias, en uno de mis viajes de sueño infantil. Si...tiene que ser a las 21:15,. mi sala es la 313...trece....nuevamente ese numerito..que cosas esconderá...debe ser una señal de algo. Bueno fue un día lunes 20 de noviembre, un día lunes más largo de lo normal, estaba tan nerviosa que preferí hacer algo que calmara mi éxtasis, así que fui por un libro..."El Perfume", me recorrí librería por librería del centro de santiago, hasta que al fin lo encontré...lo observé y acaricié su portada, pero eso aún no me calmaba, así que decidí llamarlo, quizás él no iría por mi, quizás pudo tener complicaciones o simplemente lo olvidó...esperé el tono de marcado y unos minutos después me confirmaba su asistencia...yo estaba feliz, caminé a mis clases y se escuchaba desde un local la canción "Trouble" de Coldplay...respiré, conté hasta diez y seguí....
La clase fue extremadamente larga y el jugueteo de mis manos delataba el nerviosismo en mi interior, cuando Francisco dijo: "Nos vemos el miércoles", sentí la sensación de agua fría corriendo por mi espalda, en ese momento todos se levantaron, arreglaron sus cosas y se fueron...Francisco me mira y pregunta..¿Sucede algo? ¿Alguna duda? y yo pasmada lo miraba por que no me atrevía a salir de la 313, con un movimiento de cabeza le dije que no, me despedí y salí corriendo...me encerré en el baño por cinco minutos, le preguntaba a mis pupilas si estaba haciendo lo correcto, las señales indicaban que si, así que me devolví por el pasillo oscuro, por ese que nadie utiliza, bajé los peldaños rápido y abrí la puerta...observé y lo divisé de inmediato, él me daba la espalda y yo para confirmar marqué su número entre ruido de autos y micros, él me contestó y como si hubiese sentido mi aroma volteó a verme, me sonrió y avanzó hacia mi, me abrazo con uno de esos abrazos lleno de palabras mudas y yo solo pude cerrar los ojos.
Con el sabor de un café nos contamos la vida y lo invité a acercarse a mi, la gente que me rodeaba era tan parecida a algunos personajes de historias que ya había plasmado en líneas, hasta el local de la esquina se llamaba "Venecia" y miraba por si alguna Analía caminaba con la mirada perdida, no sé por cuantos minutos estuvimos ahí, pero esa silla que semanas atrás la sentía incómoda y fría ahora era cálida como tarde sureña junto a una chimenea humeante.
Caminamos y nos robábamos secretos, al llegar a una esquina me preguntó ¿Aún puedes decirme que estás enamorada de mi?, cosa que le había confesado alguna vez por teléfono, lo miré sin susto alguno y le respondí que si...puedo recordar su rostro de sorpresa, cada línea de sus gestos, el movimiento de sus labios al hablar, caminamos por horas con algunas detenciones para seguir escudriñando el fondo de nuestros corazones. Sé que observo todo y es mi forma de encontrar historias que me regala la vida sin darse cuenta, una calle larga nos regala el brillo de dos faroles en medio de la oscuridad, era así como me sentía en ese momento junto a él, alumbrando todo el lugar.
Ya era tarde y cada vez más escaseaban las micros, de pronto se acerca a mi diciendo que debe hacerlo, mis labios temblaban por que el roce de labios ajenos lo tenía como algo en extinción...me detuve y sólo dije: ¿Estás seguro?...si, ahora puedo decir que estoy enamorado.
La sutilidad de sus labios podía transmitir una energía increíble, para mi ya no había nada, sus labios era todo lo que deseaba en ese momento, en un beso pude entregar mi vida, mis memorias y mis anhelos, un beso que perdura aún en mis labios que jamás fueron acariciados de tal modo para aún sentir su calor.
Días más tarde los besos fueron más profundos y sus manos se entrelazaban en las mías, una habitación llena de historias capturaba la nuestra, dicen que el mejor afrodisíaco es el amor, no hay nada más placentero que dos enamorados entregándose su alma en movimientos agitados, no había diferencias, ni desigualdad de condiciones, no había egoísmo, ni orgullo, solo un cuerpo dividido en dos, quería amarlo de esa forma por siempre, el sudor de su espalda penetraba por mis brazos que no querían dejarlo ir y mis piernas lo invitaban a no dejar aquel baile dulce que me transportaba a un lugar desconocido...Mi lengua se perdía en caricias junto a mis manos curiosas que recorrían su cuerpo y un gesto con mis dedos sobre su rostro pareció anunciar una despedida.
Son tantas cosas las que puedo decir en este momento, pero prefiero dejar este recuerdo bello...aún espero verlo entrar por esa puerta y soñar con que me dice nuevamente "Puedo decir que estoy enamorado", ha pasado tanto tiempo desde que me sentí como princesa con un beso de medianoche en donde puede conocer el color y los aromas.
Si encuentras esto solo puedo decir que lo amé más que a cualquiera, que fue quien quebró todos los esquemas y desamarró mis cadenas, puedo decir que hizo lo que nadie ha echo por mi....me hizo "Creer".
Aún espero que aparezca tras esa puerta y me sonría como aquel lunes de noviembre con su bolso que afirmaba con fuerza dándome un abrazo de mil palabras.

Y De dónde sacaste esa historia Anita?, la encontré en la 215....Ay mujer!...sabes perfectamente que no puedes sacar nada de los pacientes, está prohibido...- lo sé, pero no me aguanté la curiosidad de leerla, además ahora la dejo junto al resto de sus pertenencias, el cuerpo lo retiran a las 16:00 horas así que alcanzó._ ¡anda mujer y devuelve pronto eso!...pero te gustó?, claro es la típica historia de cuentos, no creo que sea verdadera...._ bueno, si tú lo dices....en todo caso lo más curioso es que la señora falleció a las 13:00 horas...igual que el número de sus señales..._ Ya!, deja de pensar en eso...me voy a hacer mi recorrido y tú vete pronto a casa, descansa y mañana será otro día...Nos vemos!.


confío en mi desconfianza

Si hicieran un concurso de desconfiadas yo ya estaría en la fila para participar y es que siempre me suceden tantas cosas que termino simplemente por no creer en nada, claro eso de seguro no es bueno y afecta un montón de cosas, como por ejemplo la baja auto estima, el concepto de mi misma, mi percepción de la vida....pero qué?...ya soy así y no creo poder cambiar.Aún resuenan las palabras de mi madre en las charlas domingueras..¡uy!...como odiaba esas charlas y no era porque no me gustaba oírlas, sino que sabia que a la hora después teníamos que ir a la iglesia y yo me perdería de salir a jugar con mis amigas, claro, mientras yo con la mano amoratada de golpear el pandero ellas reían a carcajadas jugando a la botella, pinta china, semáforo y cualquiera de esos jueguitos entretes donde interactuabas con los chicos...desde entonces desconfié de ellas, por que gozaban en mi ausencia y no me contaban nada al día siguiente, lo peor fue cuando el Rigo (Rodrigo) se puso a pololear con la Marta y ya las cartas de amor ya no eran para mi...eso me pasó por ir tanto a la iglesia y confiar en mi madre...si yo estaba ahí de seguro me iba a ir bien por siempre...pero no fue así...

Pasó la etapa escolar y no me atrevía a mirar a nadie, por el simple motivo de que todos querían que fuera la mejor, "cómo yo me iba a distraer en cosillas amorosas"...no pues, por eso en cada reunión de familia los ojos de mi papá brillaban y se le hinchaba el pecho al comentar de mis excelentes calificaciones y para que decir de mi disciplina....fue tanto que confié que yo debía ser así y que de otro modo no sería aceptada...confiaba en mi desconfianza a todo.Hasta el momento parece trabalenguas, pero las circunstancias llevaron a que mi vida fuera un enredo, viendo pecado en todos lados y la maldad caminando a mi lado...yo creo que por eso cuando comencé a conocer a otras personas mi carácter cambió en forma brusca y radical...la adorable directora del colegio que acogió a todos mi hermanos le pedía a gritos a mi madre que me sacara pronto de ahí...si..estuve con mi matricula "condicional" los últimos 2 años de colegio...la confianza en mi aumentó, claro pero como diría obi wan "Hacia el lado oscuro de la fuerza".

El dicho de que uno "Aprende de los errores" es mi lema...eso de portarme mal pasó hace algunos años...ya no soy una estudiante de liceo que corría por los pasillos para lograr fugarme de clases, pero si cometo muchos errores aún...será que debo confiar más en los demás y desconfiar de lo que pienso? o seguir confiando en mi y menos en los demás....de una cosa me recuerdo perfectamente de los domingos lateros de iglesia....cuando predicaban "Ama a tu prójimo como a ti mismo"....y yo escuchaba las risas maliciosas de mis amiguitas y decía para mi..."Ama a tu prójimo...pero no al mio"....aún lo repito a veces en mis domingos lateros.

lunes, enero 15, 2007

El Venecia




_ Todavía podía sentir la brisa de la mañana acariciando su rostro, cerraba los ojos dando pasos ciegos y presurosos, tratando de tomar una buena ubicación en la vieja máquina amarilla.
Analía poseía una magia interna, de esas que puedes observar desde lejos. Cada paso que daba con sus muslos firmes hacía que su falda flotara como un espectro, como un ángel de pálida piel y labios de pétalos.
Miraba el reloj impaciente, aunque iba con tiempo de sobra, echaba un vistazo a través de los sucios vidrios, haciendo mil y una preguntas a la vez, ¿Por qué subió el precio de la leche?, ¿Qué piensa el payaso cuándo la luz cambia a verde?, ¿Dónde trabajará esa fina mujer?...pero había una pregunta, una que siempre se hacía al espejo cada mañana, esa que escondía en el fondo de su piel y sólo respondía con voz de consuelo..."algún día".
Con todo el alboroto mental y el viaje a un millón de partes a cada segundo, no se daba cuenta cuan rápido había llegado a su rutina diaria.
Caminaba entre la gente, su mirada siempre fija en un punto al azar, con una mirada de conformidad, pero cuando doblaba la esquina de San Martín todo cambiaba, sus pasos presurosos bailaban al ritmo de sus delgados brazos, sus huesudos dedos se entrelazaban nerviosos, ella inmóvil, con sus ojos destellantes observaba la vitrina clara y luminosa, donde reposaban las lustrosas tapas de libros, como un ritual Analía cada mañana llegaba a ese lugar, daba un recorrido con su vista, hasta que al fin lo encontraba...ahí estaba descansando en un rincón el libro de las letras de oro, que contaba las aventuras de aquel chico, príncipe de un planeta pequeño. Analía daba un suspiro y luego de calmar el éxtasis de su corazón, retrocedía con su bolsa plástica, donde escondía el bien planchado delantal burdeo a las viejas mamparas del antiguo Venecia, donde según doña Ángela, estaba la mejor comida del centro de Santiago.
Después de firmar el libro de registro, se deshacía del abrigo rojo de lanilla que llevaba puesto, con movimientos delicados anudaba a su cintura su uniforme, mientras su boca escondía una sonrisa, de esas que dicen "Todo esta bien", de alguna extraña razón Analía sabía que ese día sería distinto a todos.
Ese lunes llegó más gente que nunca al Venecia, doña Ángela, Patricia y Analía desfilaban con bandejas desde la cocina a las mesas, mientras Juan cansado de preparar los menús, paseaba su vista, recorriendo cada linea sinuosa y grácil de Analía. El siempre ha querido estrecharla entre sus brazos, robarle un beso y hablarle al oído, mas Analía no es una mujer cualquiera, ella espera algo especial...su sueño, como el protagonista del libro que le regaló su abuelo, el que perdió, pero cada mañana lo observa tras la enorme vitrina.
Ya eran las cuatro y media y doña Ángela mandó a cerrar las cortinas, pero aún había un cliente, uno que fumaba un café eterno.
Analía no lo había visto, no era su mesa, sino la de Patricia y ésta había partido a realizar los pedidos por ahí cerca.
El joven tenía cabellos claros y los ojos de luna, Analía lo observaba con cautela y podía distinguir en él las lágrimas que sujetaban sus brillantes ojos. Movía un lápiz de un lado a otro, como si fuera algún tipo de lenguaje nuevo, hasta que por unos de esos extraños sucesos sin explicación no pide la cuenta, solo camina directo a la caja, pasando por el lado de la chica, quien trató de impregnarse de su perfume y grabarse en su mente esa mirada. Su instinto de mujer salvaje y apasionada afloró como campos de margaritas en primavera, tenía la necesidad de tocarlo, de acariciarlo, de abrazarlo tan fuerte hasta sentir el calor de su piel, más todo se lo reservó, no podía cometer semejante locura, sólo siguió con su vista a este hombre, hasta que desapareció dando vuelta la esquina y ahí ella sintió que su cuerpo se partía en mil pedazos.
Pasaron semanas y el joven de los ojos de luna se perdió en la gran Ciudad. Analía ahora miraba a la gente al caminar, sus sentidos parecían más exquisitos, ya que desde lejos podía observar y sentir a aquel desconocido que ahogaba sus secretos en aquel café, recuerdo inmortal para su memoria, de aquel joven de perfume único que llevaba tatuado bajo su piel.
Aún con la tristeza más grande Analía no dejaba de hacer su ritual diario, pero ya no era como antes, tenía a la tristeza como compañera y la disconformidad de que él nunca la miró.
Siempre lo mismo, el paseo de bandejas y platos y puntualmente a las cuatro y media las mamparas se cerraban, bajaban las cortinas y comenzaba la limpieza. Subir sillas y pasar la escoba no era problema para Analía, pero al llegar a la mesa del fondo le temblaron los huesos, sus manos ansiosas tomaron en un movimiento el antiguo libro que descansaba en una silla, aunque no era como el de la vitrina de enfrente la historia era la misma "El principito".
Analía acomodó la silla y se sentó a mirar tal valioso tesoro, estaba cansada, todo el día encerrada en esa cocina, tratando de reemplazar a Juan y dando explicaciones de cada cosa que hacía a doña Ángela.
Sus dedos finos no demoraron en abrir el libro y en la primera página un mensaje de caligrafía perfecta que decía: "A nuestro hijo Alfredo en sus diez años...te queremos mucho....tus padres (4 de junio/1987).
Analía sonrió y guardó bien en su delantal lo que ella llamaba "su señal", no sintió cansancio al barrer y pasar el trapero en cada rincón del viejo local.
Cepilló su cabello y volvió a abrigarse, la lluvia caía a cántaros ese día, se preocupó de envolver bien en un plástico el tesoro encontrado y apresurada se despidió de doña Ángela, quién le entregó los candados y las llaves del local. De malas ganas los recibió, no quería ser la última en irse y tampoco la primera en llegar al día siguiente, pero la patrona ya había abierto su paraguas y se dirigía a su auto muy rápido para no escuchar los resongos de la muchacha.
Analía sintió escalofríos al no poder evitar que las gotas de lluvia penetraran por su estilizado cuello, el candado no quería cerrarse y sus huesudas manos hacían demasiado esfuerzo al intentarlo, hasta que por fin lo logró, en ese momento sintió que unos pasos frenaron en su espalda y una voz muy angustiada le decía: "Por favor señorita, no cierre", ni si quiera bastó escuchar su voz, sabía que era él, su aroma lo delataba, Analía se paró y se volteó suavemente a mirarlo. El muy exaltado explicaba que había dejado adentro algo muy valioso, hablaba y hablaba moviendo sus manos, pero aún no fijaba su vista en la muchacha, su estado ansioso no lo permitía.
Analía abrió su bolsa y sacó el libro, con un movimiento rápido lo acercó a sus manos interrumpiendo aquel alocado diálogo, no dijo nada, solo lo miró y el mismo efecto ocurrió en él. Los minutos pasaron y no importaba la lluvia sobre sus cuerpos, sus ojos no podían apartarse y una sonrisa cómplice confirmó que desde ese momento sus almas ya no se sentían tan solas y desdichadas.
Alfredo tomó el libro y lo guardó en su bolso, sin dejar de mirar a Analía, luego la tomó de la mano y caminaron por San Martín, pasaron por la vitrina de sus sueños, pero ella no miró, sólo sonrió.
Caminaron por en medio de la gente, no sabemos si se besaron, ni lo que se dijeron, sólo tenemos la seguridad de que en algún lugar se fumaron dos cafés, que en abrazos se perdieron los temores y que el Venecia no abrió sus mamparas al día siguiente.