En el refugio.

Me acuerdo que hace meses atrás en el refugio de siempre saqué la agenda rosa y me largé a escribir....no había nada más que el aromático café, mi agenda, el lápiz y mil ideas dando vuelta por entre mis dedos, sintiendo ese aroma exquisito de un cigarrillo ajeno deliciosamente disfrutado en labios que de a poco escurren palabras para otros que con rostro interesado miran, pero a la vez pasean por otro lugar muy distinto... con protagonistas diferentes.....y los miro y escribo y bebo sorbos azucarados mientras intento describir el sabor de los besos de los de aquel rincón y la tristeza de los lentes que se pierden en aquel periódico que se esfuerza por sujetar las pocas lágrimas que aún quedan... y yo aqui, en la silla de siempre, con aquella musiquita que no deja de sonar en mi cabeza, resguardando la mirada para que no me descubran y esperando a que vengas y te sientes junto a mi y no hablemos, porque no hay nada que decir, porque ya sabemos lo que ocurre, porque ya sabemos lo que viene y solo esperaremos la señal de nuestras sonrisas...de lo que escondemos en el fondo de nuestro iris y no sabremos el modo en que ya estamos bajo la misma luz de nuestros sueños, bajo el velo ténue de la luna, en donde nuestras manos se entralazan y la respiración se agita en besos desgastados, que en cada movimiento cuenta una historia diferente del tiempo en que nos perdimos y en mi cuello comienzas nuevamente a transformar mi futuro... y es asi...asi te veo, asi te siento... rozándo mi espalda y enrredándote por entre mis piernas, caminando junto mi por las mismas calles que conocemos, sentandonos en aquella banca, terminando un capítulo de nuestra historia y comenzando otro más de nuestra nueva vida...
Y es asi...
aún te espero...
Por que sé que ya doblarás por aquella esquina...
Sé que llegarás hasta mi.