Un café pa la sita Trilce.

Después de bastante tiempo sin escribir en este espacio en donde recurro a ver como está el mundanal ruido virtual he vuelto con más ánimo que nunca...EL PORQUE...muy fácil, por fin he encontrado el final para mi libro.

Desde hace bastante tiempo ya estoy escribiendo una novela..bueno....no sé si llamarla novela, eso me suena a Corín Tellado o a la señora Wood, esto es mucho más...es como sentarme al lado de cada uno de los lectores, estirar los pies y largarme a conversar muy amenamente de lo que sucedió y lo que pudo suceder con Elisa y Alfredo y con otros cuantos infiltrados más que le dan el toque para que el asunto no se trasforme en lectura de baño,quiero llegar un poco más profundo entregando un poco más de mi en cada una de las letras y por lo mismo sentirme cercana y casi tangible para los que obtengan la publicación.

Sin duda Valparaíso con todo el azul que reservó para mi el fin de semana anterior me llenó de ideas cuando el entusiasmo ya estaba con sus maletas hechas para marcharse...el ruido de la calle, los turistas y las carcajadas del público frente al espectáculo de dos esbeltos mimos no me ayudaban para nada a conseguir un poco de silencio que desesperadamente buscaba...no siempre es así, no siempre busco el silencio y el vacío, pero las situaciones que había vivido horas antes hacían que buscara un poco más de tranquilidad...fue entonces cuando de pronto me enfrento a unas mamparas de vidrio y desde el interior bailaba para mi el aroma al café...no sé porque ni siquiera miré el letrero y solo entré...unas cuantas mesas por un costado mientras que por el otro lado sillones y mesas de centro me esperaban...un café a lo "Friends" con un toque más elegante. Pedí inmediatamente un café español con un toque de licor que sinceramente estaba asqueroso e intomable...al menos para mi, quizás fue el limón que tenía, pero yo lo hubiera dejado para aliñar alguna ensalada....pero no todo es tan malo, fue entonces cuando conocí a Carlos con esos ojos negritos que preguntan sin hablar y la piel fresca y me trae un café con una florcita en la espuma y él sonriente...de un momento a otro ya lo tenía sentado a mi lado y conversando de la vida... ese café si que estaba rico o quizás era por Carlos que todo tenía un gusto distinto, pero fue bueno compartir con él...lo único malo que tenía Carlos (para mi) era que tenía una polola (2 meses) y la conoció por un medio virtual...funcionarán esas relaciones??, yo no lo creo, pero uno nunca sabe....quizás en una de esas me sale algún pololo virtual....por qué no?.

Bueno...ya avisaré sobre mi libro, por ahora revelo fotos como nunca...obviamente mi libro incluye mis fotografías. Saludos a todos y se me cuidan de la marzitis!

Señales de Amor

Una de mis peliculas favoritas es "Serendipity" o señales de amor como se conoce en español y nos cuenta la historia de Jhonatan y Sara... se conocen en Nueva York, ambos compraban unos guantes de cachemira para sus respectivas parejas, insólitamente eligen el mismo y único par de guantes negros... sus manos chocan y al mirarse ocurre el "chispazo"... ese que se siente cuando te enamoras (si es que te haz enamorado) y desde entonces solo transcurren un par de horas para tomarse un chocolate en "Serendipity" (que para mi gusto es más interesante que Starbucks) y luego buscar alguna señal que indique que ellos realmente son el uno para el otro... Todas las señales se dieron, más en aquel momento fueron incapaces de verlas. Pasa un año...ambos se perdieron la pista de donde encontrarse...ella era inglesa, él americano y estan a punto de contraer matrimonio cuando las señales vuelven a aparecer con aún más fuerza y logran buscarse y recordar que esto si es importante... que por más ilógico que parezca si tiene un sentido....es por eso, por que aún se sienten y recuerdan con pasión lo que hicieron en ese par de horas (no me refiero a sexo, pues no hubo), pero voy más allá....es lo que puedes ver cuando miras a los ojos de quien amas... puedes distinguir ese brillo que no está en ningúna otra mirada, porque mágicamente te llena y ya no necesitas nada más... Creo que eso le ocurría a Sara y a Jhonatan, podían tenerlo todo...una carrera, estabilidad económica, novios eternos y enamorados....más faltaba la pasión...la pasión que lograron sentir el uno de el otro...ese sentir que no hay nada más que se pueda comparar a aquello y que no te da miedo a sentirlo, pues de alguna manera te haces valiente y los riesgos se van al bolsillo.
Esta semana se celebra el día de san Valentín, Los enamorados del mundo se obsequian distintas cosas y las noticias nos invaden con reportajes mediocres sobre dónde ir, qué es lo que más se regala, los obsequios preferidos de "Ellas" y "Ellos" y todo, absolutamente todo lo comparan con ofertas y consumo de productos... No me quiero sumar a eso, solo quería preguntarles si por casualidad aún guardan aquella pasión por sus parejas...esa pasión como la que sintieron la primera vez...serían capaces de dar y arriesgar parte de sí por aquel (o aquella) a quien amas?... Ceder no es fácil es duro y doloroso,pero cuando verdaderamente amas...eso ya no importa.
Ámense... no olviden nunca decir cuanto lo (o la) quieren, miren que a veces los regalos están demás... Este 14 de febrero abrazen, besen y cuando miren a los ojos busquen aquella pasión, aquel brillo único que les dirá "Si"..."Haz hecho lo correcto"...yo lo más probable estaré viendo "Serendipity" o quizás recorra alguna calle y recoja alguna nueva historia para el blog... y si me va muy bien, quizás...solo quizás aparezca algún "Jonathan" y un par de señales a las cuales deberé prestar mucha atención.
Felicidades a todos.!

La señorita Violeta no usa falda.

Se trepaba como chiquillo a los arboles del barrio Los Aromos, en esa calle que aún no estaba pavimentada... con el humo de los brazeros de las casas de adobe y el olor del aceite con que la doña freía la docena de sopaipillas esperando al marido...ese de manos grandes de roble y manchadas por la grasa de los autos de la vulcanización. Ahí se crió la Violeta, entre perros y carretones, con los silbidos de la mañana que indicaban un nuevo día de feria, con el sonido de los pies a la arrastra de las veteranas de la cuadra y sus saltos de pequeña liebre buscando a sus amigos del pasaje.

¿Qué nunca te puedas quedar tranquila?...¡Pareces mono de zoológico!... si eres una señorita... y mírate, toda chascona... ¡Si recién te hice el moño! y ya andas desordenada...¡Chiquilla de mierda!...mirate esas piernas, todas moradas por andar subiéndote a los árboles...por eso no te compro faldas,porque ni si quiera juntas las piernas al sentarte....claro, mostrando todos los calzones....

Esas palabras de su madre le retumbaban en los oídos y memorizaba cada uno de sus gestos, las arrugas en su frente y las muecas que hacía con su boca.... 14 años de recuerdos que la torturaban...

- Señorita... ¿Ya eligió?

- ¡Si!, llevaré este conjunto.

- ¡Buena elección si se trata de una titulación!

- Eso creo....pero deje que le haga una pregunta...

- Digame

- Lo tiene en pantalón?

Cerro ...Alegre?

"Es imposible que alguien se aburra en Valparaíso".... eso es lo que me dijo María Eugenia cuando llegué a quedarme a su Hostal, la verdad es que fuí porque ya me habían contado de lo maravillosa que es su geografía y lo colorida que es la ciudad, pero todos los viajes que había planeado antes nunca habían resultado.
Hace poco tiempo con Alonso nos dimos el gusto de caminar por horas por unas calles de Santiago y en una de las conversaciones salió el tema de conocer Valparaíso, él me decía que parace que hubieran tomado un poco de plasticina y la moldearon en forma de casas y la tiraron al azar por los cerros. Alonso es un muchacho de la sonrisa linda y de unos ojos negros expresivos que conversan al mismo tiempo sin si quiera decir una sola palabra...él es de allá, de Valparaíso y mientras me contaba de la ciudad yo me imaginaba los lugares, pero nunca se comparará a vivir la situación.
Hay escaleras por todos lados...cerros...muchos cerros y caminos que llevan para todos los lugares. Las micros coloradas corren por las curvas y desde un rincón aparecen montones de extranjeros que apenas dominan el idioma...una de las noches tibias me senté en una escalera que llevaba a unas casas arriba del cerro...me senté allí para escribir algo, pero finalmente me encontré con unos alemanes que venían con varias copas demas y me pedían en su breve parafrasear que les dijera cómo se decía: "Estamos borrachos" y después de varios intentos lograron decir la frase y se marcharon entre risas por la misma escalerita... Valparaíso....una ciudad cosmopolita.
Me gustaba caminar en las tardes, cuando ya el cielo pintaba manchones de azul oscuro...los pasadisos con faroles de escaza luz le dan un aire de romanticismo al lugar junto con los pub llenos de parejas que se toman las manos y se besan o ríen... es una pena sentarse sola en un lugar de esos...mi vista solo estaría recorriendo los rostros de ellos para confirmar mi teoría de que las parejas que se aman se llegan a parecer en los rasgos del cuerpo....pero....quién se parece a mi??...
No pude dormir y busqué otra de las infinitas escaleras de Valpo, mi manía llorona escapó y no podía resistirme a el llanto de niña chica....es que me sentía tan sola, Claro, pensarán ustedes que quizás es fácil hacer amistad y buscar compañía para vivir un fin de semana de verano, pero no....es difícil...muy difícil.

María Eugenia salió el sábado en la noche....fue a un boliche a bailar tango...yo salí a recorrer, solo era yo, mi sombra y los tantos muros pintados con paisajes de colores...en un lugar se escucha la voz de una mujer...y canta como un ángel, me quedé parada a escucharla...y ¡maldita sea!... me dió una tristeza terrible....y de nuevo llorona.... Cuánto tiempo he perdido en mi vida!!! y comencé con mis cuestionamientos...que terrible es entenderme, porque ni yo puedo hacerlo bien, pero querido desconocído....no sé dónde estés ni cómo eres, no sé cuándo llegues ni cuándo me encuentres....pero....¿Podrás amarme??.
Después de mil asuntos en la cabeza y el amanecer en el puerto,mirar al horizonte me sienta bien....a pesar de que no se ve nada tras esa línea luminosa...siempre, pero siempre habrá algo que me espera al otro lado.

En busca de abrazos tibios...

La ciudad se durme y camino por la misma calle en donde me escondía con la mirada en pasos ajenos... ya los almacenes cerraron sus cortinas y los perros se apresuran en llegar primero que yo a la esquina...ya no soy princesa...sino una más en el paisaje oscuro...atrapo el vacío, la huella de cada recuerdo y un poco de melancolía para echarlas en la mochila y encerrarlas por un tiempo...quiero caminar con mis pasos firmes y el cabello libre en busca de algún arco iris, de palabras al oído y abrazos tibios que me protejan...